sábado, 5 de septiembre de 2009

Camas Frías

I
Treinta años, vida a punto
Añorando inmoralidad
Un ejemplo de buen gusto
Que ignora la realidad

II

Su vida es un inventario
Ya tiene casa y marido
Y según pasan los años
Cumple con lo que es debido.

.
Así transcurre su tiempo
Esperando a que mañana
Un hijo ocupe su cuerpo
“Como todos esperaban”


En este punto se para
La vida consiste en esto
Ni importa como se acaba
Ni que quedó en el trayecto

III

Su balance da perfecto
Todos lo ven positivo
El combustible es afecto
pero afecto es su pasivo


Su cuerpo ama y desea
Desea y el no la toca
sueña con que el la vea
con quemarse si la roza

no tiene miedo a enfrentarlo
Si, quizás si, a perderlo
Piensa que es necesario
Ya disfruta el cautiverio

Por eso enfría su cuerpo
No le importa si el lo nota
Arde en llamas bien por dentro
Se contiene, se controla


No es esto todo un calvario
Tiene también sus momentos
El balance, desagravio
El colchón, frío cemento

mas

El no conoce su pena
Ella, afecto no vislumbra
Humedecida se desvela
Y espera que el la descubra

IV

Treinta años, vida a punto
Añorando inmoralidad
Un ejemplo de buen gusto
Que ignora la realidad

2 comentarios:

  1. La cama el frío cemento, el respaldo, una lápida... pobre mujer... solo si supiera que hay que abrir una ventana para que entre el sol. Hay que ponerle mùsica a este poema. Muy bueno. Abbrazo. Soy el primer seguidor jeje

    ResponderEliminar
  2. Camas frías no necesariamente es una vida.

    Es posible incluso, que "camas frías" sea una parte de la vida de todos en algún momento. Y son esos momentos donde las ventanas son más inalcanzables que nunca y el sol es sólo algo que nos calentaba e iluminaba cuando éramos niños ocn nuestros padres en la playa de San Clemente, tan lejano como eso.

    Camas frías es un regalo para una amiga, que algún día lo va a leer y posiblemente me va a odiar.

    Saludos
    Apathetic.

    ResponderEliminar