miércoles, 13 de julio de 2011

De Argentinos


Es mas fuerte que yo, lo intento pero no logro entenderlo. Las maravillas de la globalización, redes sociales, facebook, messenger y afines, hacen que nos contactemos con personas de todo el mundo en forma casi constante, algo maravilloso e inimaginable hace algunos años.

Las turbulencias económicas de nuestra querida Argentina hicieron que en los últimos años, muchas personas amigas emigraran a diversos destinos alrededor del mundo, personas fantásticas, entrañables por sobre todas las cosas. Y así es como hoy tengo amigos en algunos países que ni siquiera conozco (apenas si por fotos) y otros si como ser España, Australia, Estados Unidos, México, Colombia, Canada, Chile y seguramente me estare olvidando de alguno.

Yo no soy un baluarte del patriotismo, pero amo a mi país, sea como sea.
Amo a mi país con la gente buena, con los corruptos, con los amigos, con los asados, con la ceniza volcánica, con los 38°C en verano y los -2°C en invierno.
Amo a mi país, con los kirchneristas, con los radicales, con los macristas, los menemistas y el resto que casi no suman pero son parte nuestra.
Amo a mi país con el fanatismo por el fútbol, con River en la B, con River en la A, con todos sus condimentos.
Amo a mi país con todo lo egocentristas y cancheros que podemos ser, pero al final casi todos teminamos a los abrazos y a los besos.

Por otro lado, Dios me ha brindado la posibilidad de viajar, de viajar mucho, incluso mas allá de lo recomendable a veces, y por lo tanto de descubrir otras sociedades, otras culturas, otra gente, otros idiomas, otros olores, otros valores, otros de todo. Debo confesar que hay algo que me pasa la mayoría de las veces y es que, la primera vez que voy a un lugar, me enamoro del mismo y quiero quedarme allá para siempre. Después, con un poco más de análisis, veo que no, que no he encontrado el lugar en el mundo que me llegue a compensar las vivencias diarias que tengo en esta país del orto al que quiero tanto (y no me han faltado propuestas para huir de acá).

Cuando salgo de mi país, lo añoro; escucho tango; leo los periódicos argentinos por la web, hablo con los locales de El, y si hay algo que "jamás" hago es criticarlo, no me sale. Puedo llegar a asentir a veces, sobre todo en algunos países de latinoamérica que las mismas cosas que les pasan a ellos y te cuentan indignados (sobre todo los taxistas), nos pasan a nosotros; es una forma de empatizar; pero no quita que en el fondo me moleste que a un "turista o ejecutivo o lo que sea" lo primero que le pinten es que su país es una mierda y lo critiquen.

Si vamos al caso, no conozco país que no tenga o haya tenido un chanchullo de corrupción, crímenes en mayor o menor grado, y aunque en nuestro caso por ahi supera la media, no creo que esto sea lo que define nuestra identidad de argentinos y tampoco como queremos que el mundo nos vea. Como ejemplo, la otra vez estaba en Dallas y un estadounidense nativo al que le tuve que explicar con un mapa que Argentina no estaba ni remotamente cerca de donde se iba a jugar el mundial de 2010, me preguntó con cara de as,ombro, si era cierto lo que le había contado un colega argentino de que el gobierno se había quedado con la plata de los ahorristas en 2001 y que incluso le cambiaron lo dólares por pesos devaluados a lo que yo respondí con MI sonrisa irónica (en muestra de incomodidad), si era cierto que ellos habían invadido un país y derrocado un gobierno porque tenía armas de destrucción masiva que nunca encontraron, cerrando la idea con un ¿viste? "nadie es perfecto". No se lo tomo mal, de hecho aun me escribo con ese muchacho pero, .... ¿no hubiese sido más constructivo que este colega argentino le mostrara fotos del Glaciar Perito Moreno, de las Cataratas del Iguazú, de Puerto Madero, de las promotoras del Turismo Carretera, o aunque sea agarrar un mapa de Sudamerica y decirle, "acá está Argentina" antes que señalar sólo lo malo?

Una tendencia que estoy viendo últimamente, retomando con la globalización, con las herramientas de comunicación, con los amigos que se fueron y seguro ya no volverán, es que estas queribles personas hablan y critican a nuestro país, innecesariamente, desde las redes sociales (creería que sin intención). He leído comentarios en contra de los Krichner, de los Macris o de Tinelli, como si ellos estuvieran viviendo todavía acá, a media cuadra de casa y sufrieran día a día (como nosotros) a estos seres y se toman la molestia incluso de ponerlo en varios idiomas como para que gente que no tiene un carajo de idea de lo que es Argentina, decididamente se haga una imagen pobre.

A veces trato de entender si es alguna forma de extrañar mal manifestada y pienso; ¿por que no hablan del país que eligieron para residir? o ¿por que no hablan de lo linda que es Argentina? o ¿por que no hablan de lo lindo que es saludar a un amigo con un beso (si del mismo sexo ¡¡horror!!) o ¿por que no hablan de lo bueno que es poder educar a un hijo sin que parezca una producción en serie?.
¿Por que no hablan de sus países por elección? de sus buenos y malos gobernantes, de sus buenas o malas decisiones y se dejan de hacer anti-marketing de Argentina.

Yo a veces hago la analogía con un hijo, a veces vos sabes que se manda cagadas, de hecho hasta podes saber que es una máquina de hacer boludeces, pero si viene alguien de afuera a decírtelo, no vas a permitir que se meta con el, así tenga razón (las cagadas y las boludeces se arreglan en casa).

Amigos,
la verdad que yo los quiero como el dia que se fueron (a algunos más incluso), y saben que siempre los estará esperando un asado, un tintillo un abrazo y un beso.

No es para nadie en particular pero para todos en general, tampoco es una crítica, sólo una invitación a reflexionar.

Los quiero.