lunes, 22 de febrero de 2010

Adiós Angela.

El otro día revisando las donaciones de libros de una fundación para ayudar escuelas rurales, encontré una carta manuscrita en un pedazo de papel.
Se las transcribo:


"Querida Gran Angela:
Cuesta escribirte estás líneas hoy. Mucho daño te he hecho. No quisiera hacértelo más. Fallas en mi hay muchas, condenada por mi estás. Felices no somos, no nos engañemos, Es inevitable ponerme mal. Pero feliz quiero verte y no es a mi lado con quien lo podrás lograr. Yo me largo a busar mi felicidad; que sólo Dios sabe donde puede estar. Tal vez me comporte egoísta, pero no puedo hacerte mas mal. Lo nuestro queda en los recuerdos mejores de risa y alegrías.
......... en un padre que no asume su rol. ¿como pagarte esta deuda?
Gracias porque se que a pesar de tu dolor me amas como al principio. Pero yo en todos estos años no he podido darte ni un poco de felicidad.
Perdón.
No quiero lastimarlos más
Perdón.

Papá."

Un knock out